Según los expertos en pensiones llegó la hora de la verdad. Estamos pendientes de una posible reforma que según parece obligará a los ciudadanos a modificar su modelo de ahorro actual. Es necesario que la sociedad conozca la situación actual y la influencia que pueden tener las posibles reformas.
El Banco de España ya nos avisa de la necesidad de suscribir planes de pensiones para el futuro como complemento a las pensiones de la Seguridad Social, de hecho, el Gobierno ya ha iniciado el proceso de diálogo con los interlocutores sociales.
Las dos medidas que el Gobierno quiere sumar a las ya introducidas por el anterior (Ley 27/2011) haría un total de cinco medidas que van a dar la vuelta al sistema de pensiones que conocemos actualmente.
Las tres primeras medidas ya aplicadas son:
– Pasar de 15 a 25 años el periodo de cálculo de la base reguladora, que supondrá, según estudios ya realizados, una bajada de las pensiones de entre un 6% y un 9%.
– Retrasar la jubilación de los 65 a los 67 años, lo que supone una bajada del 14%.
– Ampliar la escala de 35 a 37 años lo que también supone una reducción de entre el 4% y el 8%
Ya estas tres medidas harán que baje de manera gradual hasta el 2027 una media del 28% su pensión respecto a cómo se hubiera calculado antes de la reforma.
Las dos nuevas medidas que se quieren implantar: Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) y el Factor de Sostenibilidad.
El Índice de revalorización, un indicador que tendrá en cuenta los déficits estructurales del sistema para así encontrar la sostenibilidad y continuidad del mismo, se calculará en función del número de cotizantes, de los ingresos y los gastos, y tendrá un incremento mínimo del 0,25% y otro máximo del IPC+0,25%. Puede ocurrir que si por ejemplo el IPC es el 3,5% durante dos años y surgieran desequilibrios en el sistema por razones de paro, los pensionistas perderán más de un 6,5% su poder adquisitivo y necesitarán más de 25 años para recuperarlo, vamos que nunca lo recuperarán.
El Factor de Sostenibilidad tiene que ver con que a día de hoy se vive más, por lo que la medida busca que la cuantía de la pensión cambie dependiendo del tiempo que se perciba. Se aplicará una fórmula que se revisará cada cinco años, de tal forma que si la esperanza de vida a la edad de jubilación aumenta un año, la pensión se reducirá en un 4,76%.
Con este panorama que se nos avecina no nos extraña que desde la Administración Central nos adviertan, como últimamente estamos viendo en el Congreso de los Diputados, que a largo plazo será limitado el potencial del sistema de reparto de pensiones como para asegurar a la población jubilada unos niveles de vida similares a los alcanzados durante su vida activa. En definitiva, el Banco de España nos está avisando de que la pensión pública será baja y que precisará de un complemento. De hecho, el propio Gobierno, además de presentar ante el Congreso un informe con el diseño del Factor de Sostenibilidad, está a punto de llevar ahora otro para estimular los planes privados que incluye la posible implantación de un sistema semiobligatorio de “planes de empresa” en el que todos los trabajadores deberán ser incorporados aunque luego libremente cada uno decidirá si permanece o no en él.
Pues prepárense. Literalmente, hay que contar con un complemento a la pensión de la Seguridad Social, y hay que hacerlo ya. Opciones de ahorro existen varias, aunque la más utilizada por sus ventajas fiscales son los Planes de Pensiones o en nuestro caso las EPSV. A la hora de seleccionar el plan de pensiones a través del cuál va a gestionar sus ahorros, no suscriba el primero que le ofrezca su entidad, ni se deje atrapar por las ofertas y regalos. Antes de decidirse, analice la oferta existente, estudie la política de inversiones y el estilo de gestión aplicado, así como la consistencia de sus rendimientos.
Si tiene dudas a la hora de elegir el plan de pensiones que mejor se adapte a su perfil de riesgo, nuestra recomendación es que cuente con asesoramiento profesional, se puede seleccionar para usted planes de pensiones totalmente a la medida de su perfil de inversión, de su situación laboral, patrimonial y fiscal, teniendo en cuenta las expectativas de evolución de los mercados financieros.
Ángel Miguel Herce