Toda empresa, independientemente de su tamaño, de su sector y de su actividad, esta expuesta a numerosos riesgos. Tanto las grandes, como las pequeñas y medianas empresas pueden sufrir siniestros, y sí, digo sufrirlo porque es un proceso angustioso y a veces trascendental para la continuidad de alguna de ellas…
Y es aquí, en este momento, donde la figura del mediador juega uno de sus papeles mas importantes: “el ser la persona cercana y conocida”. La persona a la que acudir para que interceda ante la compañía en defensa de los intereses de la empresa (nuestro cliente). Esto no ocurre en una compañía online o de banca donde la cara amiga es una persona diferente cada vez detrás de un teléfono…
Hay que estar cerca de nuestro cliente, apoyarle y orientarle de como proceder y tenerle bien informado de cada acontecimiento, además de mirar por sus intereses para que quede resarcido lo mejor y mas rápido posible.
Revisando las peritaciones, las franquicias si hay que aplicar, todo lo que esta cubierto y hay que reclamar… Hablando con peritos, tramitadores y gremios… Nos tienen que sentir cerca y ver que nos preocupamos porque es verdad, siempre te llevas a casa algo de su preocupación y su angustia.
Los seguros son bienes intangibles y, por tanto, hasta que no ocurre “algo” que nos hace tirar de ellos, no se ve bien el alcance que tienen y la utilidad para el que lo contrata.
Nuestros clientes nos piden rapidez y transparencia en la gestión de los siniestros. Para ello nosotros damos enseguida parte a la compañía y es aquí cuando la atención rápida por parte de la aseguradora en el siniestro es crucial.
Además, de que el perito este bien informado es también esencial que sean personas diligentes y que actúen de manera rápida, no en el cierre del siniestro (ese no es su trabajo), sino a la hora de personarse tras el incidente, y que informe con prontitud al asegurado.
No hay que olvidar que en el PROCESO DEL SINIESTRO intervienen muchas personas, en nuestra mano esta dar el parte y controlar los plazos, pero si el perito y la tramitadora o los gremios no actúan igual, se ralentiza todo mucho.
A continuación, vamos a ver los tipos de siniestros que se pueden dar en una empresa, porque si bien pensamos en los materiales, no debemos olvidarnos también de los personales.
Siniestros en los bienes
Muchas empresas disponen de numerosas tipologías de bienes, como locales, comercios, naves, recintos, flotas de vehículos, maquinaria, equipos electrónicos, etc.
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- Los tipos de siniestros más frecuentes que sufren las empresas, con carácter general, son los daños eléctricos y los daños por agua.
- En empresas con actividades logísticas, son usuales los siniestros por impacto de vehículos.
- En comercios se suelen producir siniestros con daños estéticos.
- Y, en instalaciones con mercancía valiosa, son frecuentes los robos.
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Aunque no son habituales, los siniestros por incendio y caída de estanterías en las instalaciones son los más graves y los que mayores daños suelen causar en cualquier empresa.
Siniestros de trabajadores
Los trabajadores son el recurso más valioso de cualquier empresa. Durante el desarrollo diario de su trabajo pueden sufrir accidentes que les produzcan algún tipo de invalidez o incapacitación y, para ello, es necesario el seguro de convenio.
En todos los sectores se pueden producir este tipo de accidentes laborales. Con carácter general, los sectores de la industria y la construcción son los que sufren accidentes más graves por la utilización de maquinaria pesada.
Las oficinas, aunque con menos frecuencia, también sufren accidentes laborales.
Siniestros por responsabilidades
Durante el ejercicio de su actividad, cualquier empresa puede ocasionar daños a un tercero y, para ello, es imprescindible el seguro de responsabilidad civil.
Aunque depende del sector y de la actividad, son frecuentes los daños a terceros en locales o comercios abiertos al público.
Por otro lado, la responsabilidad civil patronal indemniza a los trabajadores de cualquier empresa de los daños causados por la propia empresa, durante su actividad.
Por último, en la actualidad han surgido nuevos daños a terceros derivados de los ciber riesgos.
Natalia Díaz de Lezana Peña