¿Sabías que más del 70% de los empleados reportan dificultades para desconectar del trabajo al final de su jornada? En un entorno laboral cada vez más digitalizado, las empresas se enfrentan a un desafío: proteger el equilibrio entre la vida personal y laboral de su equipo.
Los cambios tecnológicos sucedidos en nuestro entorno de trabajo, han supuesto una completa digitalización de las relaciones laborales entre las empresas y las personas trabajadoras.
Estas nuevas formas de trabajo, si no se utilizan de un modo adecuado, pueden llegar a plantear problemas de salud en las personas, como la fatiga informática, el síndrome burnout, tecnoestrés, problemas musculoesqueléticos y dificultades en la conciliación, entre otras.
En este contexto, el derecho a la desconexión digital surge de la necesidad de establecer unos límites a la jornada laboral y a las obligaciones de las personas trabajadoras, con la finalidad de permitir un descanso necesario que evite la fatiga informática y otros riesgos emergentes en relación con las TIC.
Si tu empresa se encuentra en la posición de implementar un protocolo de desconexión digital, es crucial comprender cómo puede beneficiar a sus empleados y, en última instancia, a su organización. Este protocolo no solo es una medida más, sino que forma parte de nuestras políticas integrales de Compliance laboral, prevención de riesgos y bienestar del empleado.
Descubre, de la mano de nuestro compañero del área de Recursos Humanos en Vitoria-Gasteiz Jesús María García, cómo este protocolo puede marcar la diferencia en tu empresa.